Pintar la superficie de la cerámica con pintura para azulejos (convertidor especial para tratar las superficies lisas y poder trabajar luego con distintas pinturas).
Dar una mano abundante de base fijadora. Dejar secar.
Con una esponja por color ir depositando los tonalizadores sobre la lámpara.
Al pasar el símil granito los tonos se abrirán, fusionándose entre sí. Pasarlo tantas veces sea necesario, hasta obtener un color agradable a la vista.
Proteger la pieza con barniz universal al solvente. Dejar secar.
Con la espátula depositar en el extremo superior pintura rocalla andalucita en forma despareja. Bajo este color aplicar circón, y luego un fino cordón de color unaquita. La idea es producir la sensación visual de “chorreado”. La punta del pincel nos servirá para acomodar la rocalla y darle forma.
Invertir el pie de lámpara y trabajar al revés, sobre la base de la misma. Produciendo el mismo efecto visual, pero invertido.
Dejar secar la pintura rocalla. El tiempo de secado de ésta variará según el espesor colocado y las condiciones climáticas del medio ambiente. Recuerden que podrán acelerar el proceso de secado con una fuente que irradie calor: por ej., secador de cabello.